Los templarios en la Patagonia
Muchos recordamos haber dibujado en la escuela las tres carabelas de Colón atravesando el mar con sus grandes velas blancas dominadas por cruces rojas. Pocos saben que esas mismas cruces están pintadas en piedras y cuevas americanas desde antes de la llegada de Colón, desde Norteamérica hasta la Patagonia.
Quizá no sea una casualidad, ni un símbolo universal que reaparece diferentes épocas y lugares. Es la cruz de los caballeros de la orden del Temple, organización medieval notable dedicada a custodiar el templo de Jerusalén conquistado a los musulmanes en una de las cruzadas y a defender a los peregrinos. Pero también, de modo mucho menos conocido, a entablar relaciones con el Islam y el judaísmo más allá de las diferencias y a custodiar la ley de las monedas, porque en aquella época no mentir con el dinero era una cuestión religiosa.
La orden de los Pobres Caballeros de Cristo fue fundada en Jerusalén en 1118 por Hugo de Payns y otros ocho caballeros franceses en principio para proteger a los peregrinos de los Santos Lugares
El rey de Jesuralén, Balduino II, consagró a los caballeros un palacio próximo al antiguo templo destruido por los romanos durante el primer siglo de nuestra era, y por eso tomaron el nombre de “Caballeros del Temple de Salomón”
En Palestina, su lugar de nacimiento, la orden del Temple tenía muchas fortalezas para cumplir su misión de defender la ruta de los peregrinos, de los que también fueron banqueros. Poco a poco la orden amasó una fortuna considerable.
Cuando los musulmanes expulsaron a los cristianos de Palestina, loso templarios se instalaron en Chiprem, aunque siempre tuvieron presencia en Francia, por ser franceses la mayoría de sus miembros.
En el siglo XII se instalaron en Cataluña, Aragón y Navarra para seguir la lucha contra el Islam y participar de la Reconquista que terminó en enero de 1492 con la caída de Granada.
Suscitaron el interés y la envidia de algunos reyes, en particular Felipe el Hermoso, que intrigó contra ellos para quedarse con sus abundantes bienes pero también para quitarles su condición de custodios de la ley de la moneda. Felipe, abrumado por deudas y con ganas de seguir las guerras en que estaba embarcado, quiso con apoyo de los banqueros falsificar moneda para pagar deudas y para eso sacó del medio a la orden, que se lo impedía. Felipe convenció al antipapa Clemente V para iniciar desde su sede en Avignon un proceso en 1307 contra los templarios. El gran maestre de la orden, Jaques de Molay y 140 miembros fueron arrestados. Considerados inocentes en el Concilio de Viena en 1311, Clemente disolvió la orden y creó una comisión que continuó el proceso. Fueron condenados a muerte por el consejo real de Felipe IV. El rey se apoderó de sus bienes mobiliarios y entregó sus posesiones a orden de los hospitalarios.
Los templarios permitieron la circulación de gran cantidad de plata por Europa en tiempos en que el metal escaseaba mucho y que transportaban en barcos propios que construían en astilleros que tenían en las costas
Su sede portuaria principal estaba en La Rochelle, Francia, donde llegaban gracias a comunicaciones por tierra desde puertos del Mediterráneo. Por el Sena llegaban a sus casas en París mediante una flota fluvial
Los caballeros del Temple usaban en sus capas una cruz “paté” roja, la misma de las carabelas
El 25 de octubre de 2007, los responsables del Archivo Vaticano publicaron el documento Processus contra Templarios, que recopila el Pergamino de Chinon, o las actas de exculpación del Vaticano a la Orden del Temple, precisamente el año en que se conmemoraba el 700º aniversario del inicio de la persecución contra la Orden.
Los documentos que sirvieron al Tribunal papal para decidir la suerte de los templarios se encuentran en el Archivo Secreto del Vaticano, y se habían extraviado desde el siglo XVI, después de que un archivero los guardase en un lugar erróneo. En 2001, la investigadora italiana Bárbara Frale los encontró y su estudio mostró que el Papa Clemente V no quiso en principio condenar a los templarios, aunque finalmente, cediendo a las presiones del rey de Francia, Felipe IV, terminaría haciéndolo.
El “Pergamino de Chinon”, uno de los documentos del volumen Processus contra Templarios presentado por el Vaticano, corrige la leyenda negra sobre la Orden y muestra que todas las acusaciones fueron injurias que hizo Felipe IV para beneficio propio.
La Cruz paté roja
En 1147, el papa Eugenio III, presente en Francia cuando partía la Segunda Cruzada, cncedió a los templarios el derecho a llevar permanentemente una cruz sencilla, pero ancorada o paté, que simbolizaba el martirio de Cristo. El color autorizado para tal cruz fue el rojo
La cruz estaba colocada sobre el hombro izquierdo, encima del corazón. En el caso de los caballeros, sobre el manto blanco, símbolo de pureza y castidad. En el caso de los sargentos, sobre el manto negro o pardo, símbolo de fuerza y valor.
Los templarios en América antes de Colón
El español Luis Bello es autor de un documental que pretende probar la presencia de los templarios en América antes de Colón. Según Bello, Colón llegó náufrago a Portugal.Tiempo después se casó con la dama de la nobleza Filipa Moniz Perestrelo, de quien recibe como parte de la dote mapas y documentos náuticos del padre de ésta, Bartolomeu Perestrelo, comandante de Porto Santo y Maestre de la Orden de Cristo.
La Orden de Cristo fue fundada por el rey Dinis de Portugal para dar refucio a los templarios después de la disolución de la orden por Clemente V. Las carabelas llevaban en sus velas la cruz de los templarios, con los que Colón se manifestaba identificado
Bello y otros investigadores creen haber encontrado en cuevas de Nicaragua dibujos de caballeros europeos medievales con barbas, cascos, cotas de malla y algunos a caballo.
Bello insiste en que las capitulaciones de Santa Fe, firmadas por los reyes católicos con Colón en abril de 1492, hagan referencia al navegante como conocedor del Nuevo Mundo
Los templarios en la Patagonia
En el golfo de San Matías, en Río Negro, hay restos del “fuerte argentino, en el que se quiere ver una construcción de los templarios anterior a Colón, que ellos usaban para embarcar hacia Europa la plata que extraían del Alto Perú y que sería la que hacían correr abundantemente por Europa cuando el metal escaseaba allá
Por supuesto, otra de las misiones atribuidas a los Templarios era la de custodios del Grial, la copa que según la tradición usó Cristo en la ultima cena y que sería la misma en que José de Arimatea recogió su sangre vertida por la lanza del centurión Longino en la cruz del Golgota
La ruta de los templarios entre América y Europa habría sido descubierta por ellos 150 años antes del “descubrimiento”. Parece cierto que la plata de que disponían en abundancia los templarios no era de origen europeo, porque por entonces las minas sobre todo en Alemania se habían agotado, y los contemporáneos no conocían su procedencia.
Ni el papa Clemente ni Felipe podían perseguirlos en America, donde habrían llegado gracias al poder que conservaban, a su competencia en el mar y a su conocimiento de las rutas.
En la iglesia de Vézeley, Francia, construida en 150, hay representaciones que parecen de los incas, que muestran los “orejones”, es decir, las orejas deformadas por los grandes objetos pesadoso que se colocaban en ellas
A la llegada de Colón, los indígenas conocían la cruz y los acogieron bien, aunque por supuesto la cruz es una símbolo universal distribuido por todo el mundo y en diferentes épocas
En 1859 el francés Juan Antonio Victor Martin de Moussy, que estuvo en Entre Ríos contratado por Urquiza, ubicó en el golfo doe San Matías, en la Patagonia un ‘’Ancien Fort Abandoneé’’ ( Viejo Fuerte Abandonado, atribuido ahora a los templarios, que no aparece en mapas españoles quizá por no tener autorización de la Iglesia.
Cerca del “fuerte” aparecieron un totem de medio metro de altura, dividido en 3 niveles (espiritual, humana y demoníaca) y una roca que tenia tallada una cruz en bajo relieve, símbolos templarios.
El Grial en la Patagonia
En la Argentina, el grupo Delphos, dirigido por Fluguerto Martí, trata de probar que el Grial habría llegado hace cientos de años a América por las costas atlánticas y que su ubicación sería un enigma
“Nosotros mantenemos como hipótesis que el Santo Grial llegó a la Patagonia alrededor del año 1307 pero ignoramos su ubicación actual. Por eso continuamos estudiando, investigando y explorando los sitios claves para este tema. Considero que la búsqueda en la que estamos comprometidos es la mayor misión de mi vida, pues el Grial es la realidad física y metafísica mayor y más trascendente de todo el Mundo y de toda la Historia”, declaró Fluguerto Martí
“La hipótesis de la venida del Grial a nuestra Patagonia comenzó a tomar forma alrededor de 1987 por la lectura de la obra “Perlesvaus o el Alto Libro del Graal de autor anónimo, donde en su capítulo 11 se habla de un viaje por barco desde Gales hasta una remota “ínsula” cercana a una costa, donde el piloto no reconoce las estrellas y el navío queda “encallado en seco” debido a la enorme amplitud de las mareas. Debido a este y otros datos recogidos durante nuestra visita al Sud Oeste de Gran Bretaña en 1990, buscamos una meseta elevada y aislada en las costas de los golfos San Matías o Nuevo. Esta configuración orográfica se da únicamente en El Fuerte, situado a 41° 02´ de Latitud Sur, sobre las costas del Golfo San Matías” añadió.
Según Delphos, una Orden Europea Galesa o Celta, llamada Proto-Templaria, construyó en la Patagonia por lo menos tres enclaves fortificados desde los primeros siglos de la era cristiana. Cuando en 1307 la Orden Templaria fue perseguida en Europa, la flota anclada en La Rochelle (Francia) se escapó y luego de buscar el Grial y otras reliquias, navegó hasta el Puerto Fortificado, en la costa argentina. A partir de ese momento, estos enclaves Templarios se abandonaron voluntaria y organizadamente, y el Grial -y las otras reliquias- habrían sido trasladados a otro lugar que se desconoce por el momento y siguen guardados por esa misma Orden en forma encubierta.
Templarios en la Patagonia: el Complejo Arqueológico de Somuncurá y la ruta sobre el Chubut a la Ciudad de los Césares
En las cercanías de Sepaucal, Chubut, en el extremo sur de la Meseta de Somuncurá (“Piedra que Habla”), se encuentra un Complejo Arqueológico
Este Complejo adquiere características extraordinarias de proyección internacional, por cuanto se enlaza con las historias del Santo Grial y la Orden Templaria.
Existen indicios y pistas que llevan la búsqueda hacia este Complejo como posible lugar de asentamiento y tránsito
Tiene glifos gigantes, visibles desde gran altura. Y, en ambos hay dos muy similares, denominados por nosotros “Caballeros”
Tiene glifos gigantes, visibles desde gran altura. Y, en ambos hay dos muy similares, denominados por nosotros “Caballeros”
Dicho Complejo, está constituido por variadas estructuras que sorprenden por su complejidad e interrelación. El lugar en cuestión era ya conocido por los Tehuelches y luego por sus conquistadores amerindios invasores: los Mapuche (araucanos) y, por último por sus descendientes.
En Tiempos de la Conquista hasta principios del Siglo XX, fue también una ruta de migración amerindia entre los asentamientos Blancos Megaliticos de las proximidades de la “Sierra del Volcán” (zonas de tandilia y Ventania), el Alto Valle del Río Negro y las tierras cercanas al Río Chupat -“cristalino” -(Chubut). Pero en tiempos anteriores fue una ruta de Tribus de “Indios Blancos” como los Huiliche (que originariamente eran blancos) y los Tehuelche.
Este tipo de esculturas rústicas se encuentran en todos los puntos estratégicos – caminos y cruces de caminos – de la Provincia del Chubut. En especial en las cercanías de la Meseta de Somuncurá y en las Cercanías del Rio Chubut (Chupat = Cristalino).
En la Ruta Provincial 50, cerca de su empalme con la Ruta Provincial 12, se encuentra un promontorio natural, que también han sido “retocados” son señalamientos. Uno de ellos claramente es la cara de un hombre. Hay muchos ejemplos de estos, distribuidos a lo largo de la ruta o próximos, que siguen el Rio Chupat.
El mapa de De Moussy muestra la “Route des Indians”, la “Ville Fabuleuse de los Cesares” y el “Ancient Fort”. Que son respectivamente: 1) La Cuarta Ruta de la Plata, que permitía unir la Patagonia, a través de la Isla de Choele-Choel (sobre el Rio Negro) con la Sierra del Volcan (Tandilia y Ventania) y la desembocadura del Río de la Plata. Esta ruta era recorrida por Tribus de Indios Blancos (Tehuelches, Huiliches), aliados de los Templarios 2) La Ciudad de los Césares (la Templaria) y el asentamiento militar de la Meseta “El Fuerte”.
La razón fundamental para construir tales “señalamientos en el río Chubut radicaba en los intereses económicos de la Orden Templaria en su presunta estad en Sudamérica en tiempos prehispánicos, en busca de conservar la “Ruta de la Plata” que iba desde Tiwanaku (Bolivia, Alto Peru) a los Puertos Templarios de la costa atlántica francesa.
Las “Rutas de la Plata” tenía básicamente cuatro alternativas, que fueron usadas en distintas épocas y circunstancias, todas partiendo del Tiwanaku (Bolivia) confluían hacia los puertos del Atlántico en Francia.
De la Redacción de AIM.
http://www.aimdigital.com.ar/los-templarios-en-la-patagonia/
acesso: 20/02/2019